EL TIEMPO PASA
Tras más de un año de exilio de estas páginas, vengo con más de un año de rica experiencia en el movimiento asociativo para dedicarme nuevamente –pero con menos tiempo que antes- a la tarea de difundir mi visión de las ideas de grandes pro-hombres como Hipólito Yrigoyen, Raúl Alfonsín y Pablo Iglesias. Vuelvo con menos fuerza pero más conocimiento extraído de mis compañeros/as de camino vecinal y sin la carga de tener que justificar mis ideas socialdemócratas para poder presidir una Asociación de Vecinos –Pasabidea- de la que atesoro grandes vivencias; el tiempo y el trabajo compartido ha sabido poner a cada uno en su sitio: hoy mismo he recibido una felicitación navideña del portavoz del Grupo Popular en mi domicilio particular, lo que me legitima, cinco días después de que la Asamblea aceptara mi dimisión por motivos laborales, como Presidente de la misma.
Tratando de guardar la menor cantidad de rencores posibles, vengo a sumarme al camino de mis compañeros y compañeras que, desde Euskadi y Rosario, continúan construyendo un futuro mejor para todos/as. Sigo apostando –ahora también desde el sindicalismo clasista y “rojo”- por una ideología en la que socialdemocracia y liberalismo político no estén necesariamente enfrentados; donde el Kant de Alem y el krusismo del primer radicalismo convive con el Kautsky de la Internacional Socialista, y donde Antonio sigue buscando la unitá en el Partido Demócrata con Andrea Camilleri.
“LOS DOLORES QUE QUEDAN SON LAS LIBERTADES QUE FALTAN”
Tras más de un año de exilio de estas páginas, vengo con más de un año de rica experiencia en el movimiento asociativo para dedicarme nuevamente –pero con menos tiempo que antes- a la tarea de difundir mi visión de las ideas de grandes pro-hombres como Hipólito Yrigoyen, Raúl Alfonsín y Pablo Iglesias. Vuelvo con menos fuerza pero más conocimiento extraído de mis compañeros/as de camino vecinal y sin la carga de tener que justificar mis ideas socialdemócratas para poder presidir una Asociación de Vecinos –Pasabidea- de la que atesoro grandes vivencias; el tiempo y el trabajo compartido ha sabido poner a cada uno en su sitio: hoy mismo he recibido una felicitación navideña del portavoz del Grupo Popular en mi domicilio particular, lo que me legitima, cinco días después de que la Asamblea aceptara mi dimisión por motivos laborales, como Presidente de la misma.
Tratando de guardar la menor cantidad de rencores posibles, vengo a sumarme al camino de mis compañeros y compañeras que, desde Euskadi y Rosario, continúan construyendo un futuro mejor para todos/as. Sigo apostando –ahora también desde el sindicalismo clasista y “rojo”- por una ideología en la que socialdemocracia y liberalismo político no estén necesariamente enfrentados; donde el Kant de Alem y el krusismo del primer radicalismo convive con el Kautsky de la Internacional Socialista, y donde Antonio sigue buscando la unitá en el Partido Demócrata con Andrea Camilleri.
“LOS DOLORES QUE QUEDAN SON LAS LIBERTADES QUE FALTAN”
