lunes, 13 de octubre de 2008

ECONOMÍA

Reseña del “Discurso de Patxi López. Clausura de las jornadas de economía, industria, energía, i+d+i”; PSE-EE (PSOE); 19 – 20 septiembre; Bilbao

Comienza bien Patxi López su diagnóstico cuando señala que todas las economías desarrolladas de nuestro entorno se encuentran reflexionando a los efectos de solucionar la crisis que afecta la caída de los niveles de crecimiento alcista de los años anteriores, y que ocasiona el incremento del desempleo en el contexto de restricciones crediticias; que será de largo alcance debido a la crisis financiera e inmobiliaria. Sin embargo, en esta primera aproximación, no realiza ninguna referencia a la caída en la participación de la renta del trabajo en relación al PIB. Soluciona esta primera omisión más tarde, en el apartado “La evolución económica en los últimos años”, cuando recuerda que los datos macroeconómicos brillantes que el Gobierno Vasco suele exponer (Gráfico 1) ocultan realidades preocupantes sobre las que es necesario actuar, como el bajo crecimiento de nuestra población (Gráfico 2); por lo que al repartir nuestra riqueza entre menos personas resulta un PIB muya alto; y que hay un estancamiento de nuestra población activa (que crece 1 punto sobre los 10 del conjunto de España), lo que significa que los datos del paro son muy buenos porque hay menos población en disposición de trabajar.

GRÁFICO 1


GRÁFICO 2

FUENTE: GAZTEEN – Observatorio Vasco de la Juventud.

López nos invita a rehacer las cuentas y –tomando como referencia los 10 últimos años, 1998-2007- sostiene que el PIB de la economía vasca ha crecido en términos monetarios 17 puntos menos que el conjunto de la economía española: el 91% en Euskadi, frente al 108% en el conjunto del Estado; y el número de ocupados ha crecido un 18% menos en Euskadi (28%) que en el Estado (46%). Porque la diferencia se encuentra en el 11% en términos de población y del 9% en población activa.

Patxi López reconoce que en la actualidad, Euskadi posee una estructura industrial diferencial; que ha modernizado los sectores tradicionales como el de la siderurgia y el naval; que se encuentra en nuevos sectores con futuro como el aeronáutico, las biotecnologías y la industria eólica; que aspira a ser la sede de la Fuente Europea de Neutrones; y que, al fin, está construyendo la ‘Y’ Vasca: un tren de alta velocidad como infraestructura para cohesionar el país transformando el desplazamiento de las personas y mercancías entre las tres capitales vascas con otros puntos de España y Europa. Pero estos logros diferenciales se los atribuye a la colaboración y cooperación entre las instituciones centrales y vasca, a la iniciativa de una clase empresarial emprendedora y a la productividad de los trabajadores y trabajadoras de Euskadi. En definitiva, al pacto y al acuerdo entre diferentes y a un autogobierno potente y eficaz con instrumentos como el Concierto Económico.
Tras la idea fuerza de que EUSKADI PUEDE MÁS propone instrumentos para remontar esta crisis y transformar las estructuras productivas mediante la I+D+i.

En cuanto a la capacidad financiera para remontar la crisis, en el apartado “La política presupuestaria y el Concierto”, López nos habla de un superávit real de los presupuestos vascos de 3.000 millones de euros, que el Gobiernos Vasco y las Diputaciones utilizarían ahora en gestionar el Acuerdo Interinstitucional de Aceleración Económica, pero que hasta ahora no se han utilizado por provenir –fundamentalmente- del Concierto Económico, que ha dotado a Euskadi en los últimos 30 años de unos ingresos financieros que el Gobierno Vasco ha desaprovechado; y que seguirá haciéndolo con un Ibarretxe obsesionado sólo con sus proyectos particulares.

La “propuesta socioeconómica para Euskadi” que plantea Patxi López se basa en enfrentar la crisis a corto plazo y en utilizarla para transformar nuestra sociedad. A los efectos, propone en “Los ejes del nuevo modelo de desarrollo” seis actuaciones centrales:
1.- Estabilidad política, que contrapone a la confrontación constante impulsada por el actual Gobierno Vasco que solo genera inestabilidad y desconfianza en el mundo económico y empresarial;
2.- Diálogo Social y Corresponsabilidad, apuntalando las transformaciones en el Pacto Social entre Sindicatos y Empresarios como tradicionalmente ha impulsado la socialdemocracia, frente a la incapacidad del Gobierno Vasco para llevar a cabo ese diálogo, a pesar de los muchos instrumentos que posee para materializarlo; y haciendo responsables de sus ausencias a los sindicatos que –como ELA y LAB- decidan evadirse de ese compromiso por motivos ideológicos;
3.- Gestión eficiente de los recursos, mediante dos iniciativas keynesianas:
a) inversión pública en infraestructuras, como la Y ferroviaria y el aceleramiento de los planes de carreteras, adelantando inversiones,
b) construcción de VPO doblando el presupuesto destinado a las mismas e incentivando el alquiler (medida ésta novedosa en nuestra cultura de la propiedad privada).
Y otras iniciativas transformadoras como la apuesta en I+D+i:
c) en innovación y conocimiento, que resuelve innovado mediante la cooperación: la cooperación entre las empresas, las instituciones, los ámbitos territoriales y los sectores público y privado; la internacionalización de la innovación como forma de asociar y atraer talento; un diálogo vertebrador de ciencia, tecnología, innovación y sociedad. Para esto propone fortalecer el sistema universitario, donde la vocación investigadora se demuestre creando condiciones adecuadas para que cualquier investigador de cualquier país del mundo tenga cabida en nuestras universidades; el reconocimiento de nuestros investigadores como líderes tecnológicos; el apoyo a las empresas innovadoras; y la creación de un entorno más proclive a la innovación,
d) las personas como eje para el desarrollo en Euskadi, a los efectos de revertir la actual situación de exportación de talentos. López se planea retenerlos (y lo plantea como su prioridad) y atraer personas de fuera que aporten sus conocimientos a nuestra sociedad. A los efectos se compromete a crear un programa donde empresas, centros educativos e Instituciones Públicas sean capaces de diseñar un itinerario de inserción laboral para los jóvenes, a los efectos de que, antes de que transcurran 6 meses desde que terminen sus estudios, tengan una oferta de trabajo en Euskadi, con una duración de al menos un año, con el objetivo de que sigan formándose y adquiriendo conocimiento en el País Vasco;
4.- Apoyo decidido a la industria vasca, para que incremente su competitividad, destinando un porcentaje importante del I+D+i a las mismas: internacionalización, potenciación de las ingenierías actuales y fomento de nuevos grupos internacionales de ingeniería, incremento del nivel tecnológico de nuestros productos, y financiación a proyectos serios que posibiliten la creación de nuevas empresas de contenido tecnológico;
5.- Plan de impulso al crecimiento demográfico, mediante una política para la familia, políticas de emancipación de los jóvenes y políticas donde la inmigración sea vista como una oportunidad y nunca como un problema;
6.- Compromiso irrenunciable del Partido Socialista para que la crisis no la paguen los de siempre, los que menos tienen, para lo que se propone una actuación del sector público que vele para que los derechos y necesidades de las personas más necesitadas estén cubiertos.

En definitiva, frente a una perspectiva reactiva, que intenta poner parches o soluciones puntuales como paliativos a las consecuencias de la crisis, Patxi López apuesta por una política proactiva, que interpreta la situación como una oportunidad para avanzar hacia una posición mejor que la anterior, alcanzando niveles superiores de calidad de vida.
Siendo conciente de los puntos fuertes de la economía y la industria vasca, puntualiza también sus debilidades -competencia creciente de las economías emergentes, importancia de los precios energéticos y de materias primas en nuestra estructura de costes, costes salariales relativamente altos, y (a mediano plazo) los más que probables problemas para cubrir nuestros puestos de trabajo-.
Pero insiste en que la economía vasca puede más, apostando por una solución concertada entre el Gobierno Vasco y el Gobierno de España para la negociación de la transferencia de las Políticas Activas y la búsqueda de la solución más beneficiosa en la concurrencia del I+D+i. “No se puede gobernar ni la economía ni el país echando permanentemente la culpa a Madrid de todos nuestros males y lavándose las manos de lo que son nuestras propias responsabilidades. Por eso, frente a la tensión yo exigiré cooperación. Y sobre todo, Buscaré dar al país el sosiego político que su economía necesita”.

lunes, 6 de octubre de 2008

ALFONSÍN


Por: Alfredo Leuco / PerfilMe equivoqué


“Ojo con tocarlo a Raúl / lo banca el pueblo / y por eso señor Presidente / decimos presente por cien años más.” Esa era una de las consignas esperanzadas que más cantaban los jóvenes de la Coordinadora allá por 1983, en el renacer de las instituciones después de la maquinaria de la muerte que instaló el terrorismo de Estado. Era la utopía del momento. Cien años más de democracia eran posibles. En eso estamos. Cien años más de Raúl Ricardo Alfonsín eran sólo una expresión de deseos.Esta semana, el ex presidente, rodeado de sus seis hijos y veintidós de sus nietos, exhibió la dignidad de sus 81 años. Pero también, la fragilidad de su salud. Con tozudez de gallego, un bastón de apoyo y el afecto de la gente que lo quiere, está combatiendo a un maldito enemigo llamado cáncer. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó que ese homenaje se hiciera en vida.Es muy doloroso decirlo, pero todos son conscientes de que la muerte está acechando a ese hombre honrado que puede caminar con la frente alta por las calles. “¡Al-fon-sín, Al-fon-sín!”, coreaban sus viejos muchachos del sub-60 con más canas y kilos y mucho menos pelo. Tal vez ésa sea la más maravillosa música que se lleve en sus oídos. Tal vez la imagen de ese salón en paz y en convivencia, lleno de radicales, peronistas y socialistas, sea la última y mejor postal que recuerde de esa Casa Rosada que lo vio librar sus batallas más difíciles. Entre esas paredes, Alfonsín mezcló fortalezas y debilidades. Aciertos corajudos, como el juicio a las juntas, cuando todavía muchos temblaban frente a un uniforme. Y errores terribles, como aquel “Felices Pascuas, la casa está en orden”, frente a la sublevación carapintada que desembocó en las leyes de impunidad.En 1987 escribí junto a José Antonio Díaz un libro que fue el más vendido del año. Se llamó Los herederos de Alfonsín. Investigaba la historia oculta, el poder y el mito de la Junta Coordinadora Nacional. Florecía la primavera democrática y había voracidad por conocer quiénes eran aquellos jóvenes salidos de la cantera de la Franja Morada, hermanados en un congreso junto a la laguna Setúbal. Algunos medios se preguntaban sin ponerse colorados: “¿Son los Montoneros de Alfonsín?”. Allí reconstruimos la trayectoria militante de Enrique “Coti” Nosiglia, Federico “Fredi” Storani y Luis “Changui” Cáceres, los tres jefes territoriales. Y también la del grupo de “coroneles” más destacados: Carlos Becerra y Ricardo Lafferrière, además de Jesús Rodríguez, los hermanos Stubrin, Facundo Suárez Lastra y Raúl Alconada Sempé, entre otros.En ese texto que compraron 37 mil personas, arriesgamos una hipótesis desde el título mismo. Y la verdad es que, veintiún años después, con el resultado a la vista, debo reconocer que nos equivocamos. Está absolutamente claro que ellos no fueron los herederos de Alfonsín. Esa estructura poderosa y preparada para la lucha política fue prácticamente barrida después de que Alfonsín resolvió adelantar la entrega del poder y no terminar su mandato. Y a los otros, los pocos que sobrevivieron en los primeros planos de las decisiones, se los llevaría puestos el helicóptero de Fernando de la Rúa. Hoy, si bien siguen siendo hombres influyentes y de consulta, muy pocos tienen cargos relevantes en ese partido que hasta hoy, en Mina Clavero, discutió su destino y el del vicepresidente de la Nación, Julio César Cleto Cobos.Cortando grueso, hay que decir que tampoco se los ha visto desfilar por Tribunales ni tener alguna causa pendiente vinculada a posibles actos de corrupción. Se los ve prudentes, con perfil bajo, sin esas corbatas estridentes ni las camionetas con vidrios polarizados de los nuevos ricos. Ese mandato de honradez en la función pública que viene desde el fondo de los tiempos con Yrigoyen y don Arturo Illia parece ser una de las herencias que Alfonsín dejó. Probablemente no sea el pueblo su único heredero. Tal vez haya que buscar su legado en la honestidad y las ideas.Por eso, su último discurso, el del miércoles pasado en el Salón de los Bustos, va a quedar como su testamento político. Un tributo para los jóvenes que todavía creen que la política es la mejor forma de construir una sociedad más justa. En ese testamento, Alfonsín dijo que la política no es sólo conflicto, que también es construcción. Delicado en las formas, fue un claro mensaje al matrimonio Kirchner. Como decir que las palabras “enemigo” y “traidor” deben extirparse del diccionario republicano. Hay adversarios. Hay dirigentes que piensan distinto. Hay debates calientes y apasionados. Pero no debe haber enemigos entre los argentinos, para que no nos devoren los de afuera.Alfonsín también dijo que, desde que él asumió, no hubo ni habrá más presidentes de facto. Tiene autoridad para decir “Nunca más”, junto al ex fiscal Julio Strassera, quien lo acompañó en el homenaje. Alfonsín fue el partero del período democrático más prolongado de la historia, el que estamos navegando con miserias y grandezas, y que nos permite seguir construyendo esa bandera peronista llamada justicia social que todos queremos en el marco de esa bandera radical llamada libertad que todos necesitamos.Alfonsín miró con cierta desconfianza esa escultura destapada por la Presidenta. No sólo porque apenas se le parece. Sin pelos en la lengua, planteó que no hubiera aceptado ni permitido que se tomara como un halago a su persona. Que lo valoraba como un mensaje hacia la democracia. Ese es otro de los tesoros que le deja a su descendencia: el rechazo visceral hacia cualquier culto al personalismo. “Sigan a las ideas y no a los hombres”, dijo, como siempre dice.Las ideas nunca defraudan. Las ideas nunca traicionan. Las ideas no se matan ni se mueren. Las ideas sí pueden gritar presente por cien años más.

jueves, 25 de septiembre de 2008

SOCIALISMO

EL SOCIALISMO DE LOS CIUDADANOS (Y DE LAS CIUDADANAS):
Este artículo viene motivado por la necesidad que –considero- tenemos desde la izquierda de precisar el concepto “SOCIALISMO DE LOS CIUDADANOS”, utilizado por el Presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE como la doctrina a aplicar en la sociedad española desde el progresismo, a pesar de que se pueda rastrear, por ejemplo, en las Resoluciones del 37 Congreso Federal de nuestro partido.

1- El SOCIALISMO DE LOS CIUDADANOS –e incorporo a “las ciudadanas” desde el feminismo que comparto con José Luis Rodríguez Zapatero- procura una transformación social mediante la ampliación de derechos para dotar a la ciudadanía de las herramientas de empoderamiento que, no solamente nos iguale en oportunidades, sino frente al poder del Estado. Ese concepto debemos rastrearlo en los antiguos: la “isocracia”; y es profundamente republicano, liberal y socialista.

2- Es en el terreno de las respuestas ante la crisis económica donde surgen más dudas, que debemos puntualizar si somos honestos con nuestro pensamiento socialista:
2.1- El Gobierno ha demostrado un DÉFICIT COMUNICACIONAL a la hora de sintonizar con los/as ciudadanos/as frente a la gravedad de esta crisis cíclica, sobre todo llevando la razón respecto al carácter endógeno de la misma. Debió haber reconocido desde un principio –como lo hace ahora el Vicepresidente Económico Pedro Solbes- que el peligro recesivo era y sigue siendo real aunque se trabaje para evitarlo, y no se llegue al catastrofismo de la derecha respecto a un cuadro de deflexión.
2.2- Las respuestas que desde un principio se han dado frente a la crisis han sido –amen de la cuestión semántica en el discurso gubernamental- las adecuadas. Sin embargo, el Proyecto presupuestario para el 2009 que el mismo Solbes está negociando con los partidos del arco parlamentario, pone en duda las intenciones de transformar el modelo de acumulación capitalista en nuestro país: la dotación para invertir en I+D+i no se incrementa en el mismo. A lo que se suman las pujas entre el Ministro de Industria y la Ministra de Innovación y Desarrollo, tanto en lo referido a las partidas presupuestarias a distribuir entre ambos Departamentos como al control de la política energética. EL CAMBIO DEL LADRILLO HACIA LAS TICs ES IMPRESINDIBLE PARA EL SOCIALISMO DE LOS CIUDADANOS, como recogen las Resoluciones del 37 Congreso ya citadas.
2.3- Esta transformación no puede sino ser traumática, debido a la manera en que nuestro Estado de Bienestar se ha construido desde los Pactos de la Moncloa y los Gobiernos socialistas de Felipe González. La transformación que la transición operó sobre el sistema tributario heredado del desarrollismo franquista, haciéndolo progresivo, se conquistó sobre la doctrina SOCIALDEMÓCRATA del PACTO SOCIAL para equilibrar las desigualdades producidas por EL ENFRENTAMIENTO ENTRE EL CAPITAL Y EL TRABAJO, pero SIN TOCAR LAS BASES ACUMULATIVAS SOBRE LAS QUE LOS GRANDES CAPITANES DE LA CEOE OBTIETÍAN SUS GRANDES E INJUSTOS BENEFICIOS: LA ESPECULACIÓN INMOBILIARIA. Lo único que se ha modificado desde entonces ha sido que, junto a los empresarios del ladrillo, han crecido otros sectores no menos concentrados de la economía: el financiero (BBVA y Santander, por ejemplo) y –en aras de aumentar la productividad de la economía española tras su ingreso a la CEE (ahora UE)- el energético. LA LEY DE LA DEPENDENCIA, por ejemplo, NO SE PODRÍA IMPLEMENTAR EN ESTE MOMENTO SIN EL APORTE TRIBUTARIO DE ESTAS EMMPRESAS DE LA CONSTRUCCIÓN, LA BANCA Y LAS ENERGÍAS POCO RESPETUOSAS DEL MEDIO AMBIENTE.
2.4- Como también se sostiene en aquellas Resoluciones socialistas y en el Programa de Acción del 9º Congreso Confederal de CC OO, ni la “Flexiseguridad” ni la “Responsabilidad Social Corporativa”, ni las modificaciones de las políticas migratorias en lo que atañe a la contratación de las personas extranjeras en origen, deben aplicarse por el Gobierno o las Empresas sin mediar previamente el DIÁLOGO SOCIAL, respetando de esta forma la izquierda el legado de la SOCIALDEMOCRACIA. Y esto es más patente frente a la CAIDA DEL MURO NEO-LIBERAL, y el paréntesis que propone la CEOE en la economía de libre mercado, para RECUPERAR EL PODER ADQUISITIVO DE LOS/AS TRABAJADORES/AS ANTE LA CRISIS: http://www.elpais.com/articulo/economia/peso/sueldos/PIB/UE/cae/58/anos/elpepueco/20071127elpepieco_10/Tes. Este fenómeno, no es solamente español sino también europeo y estadounidense, como lo demuestra el artículo de Michel Husson “La subida tendencial de la tasa de explotación” en Viento Sur.

La negociación de esa recuperación del poder adquisitivo del trabajo permitiría LA RECUPERACIÓN DEL MERCADO INTERNO ESPAÑOL Y EUROPEO, también imprescindible para las economías de las PyMES; que no creemos que les preocupen mucho a la CEOE cuando ahora hablan de intervenir en el mercado para salvar sus ganancias tras años especulando.
2.5- La incorporación de España en la UE, también trajo aparejada una sobrecapitalización del sector primario de nuestra economía, mediante los fondos europeos. Y decimos “sobrecapitalización” ya que casos como los del lino ejemplifican bien la situación: esos fondos europeos no se utilizaron en todos los casos para incrementar la productividad agropecuaria mediante la adquisición de maquinaria puntera, SINO PARA ESPECULAR O MEJORAR AUN MÁS EL NIVEL DE VIDA DE LOS LATIFUNDISTAS. Ahora, esos sectores TAMBIÉN DEBIERAN DEVOLVER PARTE DE ESAS RIQUEZAS MEDIANTE EL SISTEMA TRIBUTARIO PARA FINANCIAR LA CRISIS DE NUESTRA ECONOMÍA.

3- Este diagnóstico coincide siempre en UN ASPECTO CENTRAL DE LA POLÍTICA ECONÓMICA SOCIALDEMÓCTRATA: LA NECESIDAD DEL PACTO SOCIAL ENTRE LOS REPRESENTANTES DEL CAPITAL Y EL TRABAJO PARA TRANSFORMAR EL INJUSTO MODELO NEO-LIBERAL DE ACUMULACIÓN CAPITALISTA, EQUILIBRANDO LAS GANANCIAS DE LAS DOS PARTES PARA PROTEGER A LA MÁS DEBIL, Y ROMPER LA TRADICIÓN DE QUE SE ACUMULE SOBRE LA BASE DEL LADRILLO PARA HACERLO EN I+D+i. Si el PP se ausenta de esta negociación –como ya lo hiciera la AP de Fraga en la Moncloa- será única y exclusivamente por su irresponsabilidad manifiesta.

4- En atención al CARÁCTER INTERNACIONALISTA DE LA IZQUIERDA y a LA CAÍDA DEL MURO NEO-LIBERAL, el Gobierno de España tiene LA OBLIGACIÓN DE CUMPLIR CON SUS COMPROMISOS RESPECTO A LA FINANCIACIÓN DEL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS MÁS POBRES DEL GLOBO, IMPULSAR LA PAZ ENTRE LAS NACIONES Y FOMENTAR EN LOS FOROS INTERNACIONALES ESOS VALORES DE COOPERACIÓN A PESAR –y a causa- DE LA CRISIS FINANCIERA Y ALIMENTARIA, Y DE PAZ ENTRE LOS PUEBLOS.

5- Consideramos que esta es la política económica que, actualizando la socialdemocracia a la actual crisis del neo-liberalismo y sumándola a una relación política más republicana y liberal entre los/as ciudadanos/as y el Estado, permite concluir en la definición del SOCIALISMO DE LOS CIUDADANOS Y LAS CIUDADANAS PARA ESTE SIGLO XXI.

lunes, 22 de septiembre de 2008

presentación

BREVE EXPLICACIÓN DE LA PRESENTACIÓN FOTOGRÁFICA:

Se trata de un enlace con mi galería de FLICKR. Es una selección de las fotos que sacamos con Ainhoa durante nuestra breve estancia en la Isla italiana de Sicilia. A los efectos de ver todas esas imágenes, hay que pinchar la foto que aparece en la presentación con el ratón; una vez abierta la galería pablobpse-ee de FLICKR, navegar a discreción; si se desea ver las fotos como presentación, pinchar el icono de arriba a la derecha que tiene la forma de una pantalla (si se apoya el puntero del ratón sin pinchar aparece el mensaje “Ver como presentación”). Una vez se termine de navegar con la herramienta de yahoo “FLICKR”, cerrar la misma con el aspa en forma de cruz del margen superior derecho de la pantalla en Internet –como se hace habitualmente- y se vuelve a este blog.

Se trata de compartir con todos/as estas fotos y espero que os guste (podéis comentarlas en la galería de FLICKR). GRACIAS.

lunes, 8 de septiembre de 2008

ECONOMÍA RUSA: ENTRE LA URSS Y LOS NEO-CON

Reseña de Joseph E. Stiglitz (2002), El malestar de la globalización, Taurus; Capitulo 5, “¿Quién perdió a Rusia?”. Págs. 173-211.

En la introducción del capítulo en cuestión, el Profesor Stiglitz da una verdadera Cátedra de trabajo interdisciplinar de abordaje económico, político y social, a la hora de poner a prueba su hipótesis principal en relación a la pregunta que formula en el título del mismo: ¿A quién o quiénes culpamos de los catastróficos resultados en la sociedad y la economía rusa tras las la transición desde el comunismo al capitalismo?. Y la respuesta acierta en la corresponsabilidad del FMI, el BM, el Tesoro de los Estados Unidos y el gobierno de Rusia –ya que es quien se decide por un modelo de capitalismo salvaje recomendado por éstos y quien amplía la deuda externa que paga el pueblo ruso con pobreza y desigualdad social-.
Así, la implementación acelerada del capitalismo en la principal potencia comunista tras la caída del Muro de Berlín; los ajustes estructurales tras el endeudamiento ruso y una patrimonialización de la economía donde la oligarquía rusa ha sido la gran ganadora de esta catástrofe; ha sido impulsada por los fundamentalistas del mercado e implementada por un gobierno corrupto –corrupción que es definida por Stiglitz no desde un organicismo conservador, sino como la violación sistemática de la legalidad vigente-, que no ha dudado en beneficiar a sus amigos y perjudicar al pueblo ruso. Para lograrlo, ha vaciado de facultades a la Duma, deslegitimando la democracia representativa y mandando al traste a la división de poderes; caída en la calidad de la democracia que no ha interesado en absoluto a los fanáticos de la religión del mercado, preocupados únicamente por llevar a Rusia por el camino neoliberal de su capitalismo en el menor tiempo posible.

Para demostrar su hipótesis, y ya en la introducción, el autor realiza un abordaje desde la historia económica de Rusia. Y aunque señala la decadencia de la economía comunista implementada desde la Revolución de 1917, reconoce que la misma se preocupó por las transformaciones sociales que su implementación requería, frente a esta segunda transición que ha sido meramente económica. Así, los fundamentalistas del mercado (FMI, BM y EE UU), se han preocupado poco por la democracia rusa –desconocida por los Gobiernos de los Zares o por la “dictadura del proletariado” (o del PCUS)-, mirando con mayor recelo el triunfo de la socialdemocracia o de ex comunistas convertidos en reformadores-. Éstos llegaron al poder cada vez que en las repúblicas de Europa del Este donde primó el “socialismo real”, los pueblos pudieron elegir libremente, ya que los mismos han buscado alternativas gradualistas para insertarse en la globalización, poniendo en peligro el credo neoliberal.
También la República Popular China o los nacionalistas chinos de Taiwán son mostrados como ejemplos para Stiglitz: transiciones lentas y sumamente exitosas de la salida del control total del Estado hacia un control de la economía por parte del mercado; casos éstos donde se han tenido en cuenta las diferencias sociales e institucionales entre Oriente y el capitalismo occidental; ejemplos deliberadamente desconocidos por los consejeros de los gobiernos rusos tras la caída del Muro. Ni siquiera un número importante de intelectuales rusos han sido tomados en consideración. Desde distintas disciplinas científicas, advertían sobre los peligros de la velocidad de los cambios económicos en su país, ya que se sostenía que la revolución del mercado haría innecesarias las otras ciencias sociales que no fuera la Economía. Sin embargo, estos asesores se encontraron en Rusia con instituciones que, a pesar de tener nombres semejantes a aquellas que funcionaban en Occidente, no cumplían las mismas funciones por el control del Estado; como los bancos, las empresas o el mercado. Tampoco existían ni un mercado de vivienda ni un seguro de desempleo. Esta disparidad institucional ha hecho fracasar una implementación capitalista en Rusia, que desatendió esa realidad dispar antes de implantar la propiedad privada de manera vertiginosa en esa sociedad. Y es que en estos países, no solamente había que salir de una economía de guerra tras los padecimientos de la II Guerra Mundial como tuvieron que hacer exitosamente los EE UU, sino también transformar las estructuras sociales.
La liberalización temprana de los precios al comienzo de la revolución capitalista, trajo aparejada una hiperinflación, y las recetas del FMI y los EE UU se limitaron, de manera obsesiva, a la fórmula estabilización/liberalización/privatización, produciendo una muy grave reseción, mayor incluso que aquella que siguió a la II Guerra Mundial. A esto se le sumó la fuga de capitales de los oligarcas enriquecidos con esas recetas y por el gobierno ruso hacia otros mercados como los paraísos fiscales ante el descalabro del incipiente mercado en ese país. La forma inadecuada de privatización que los enriqueció, y la caída del PIB, endeudó la economía rusa, poniéndola en cesación de pagos ante la crisis asiática (que, como ya hemos visto en otra reseña, se originó en México).
Frente a esta situación, y por el temor de un incremento de la inflación, el FMI desaconsejó, a una economía que dependía de la exportación del petróleo con precios a la baja, el obvio camino de la devaluación. El resultado, fue la caída en picada del PIB y de los salarios.
Ante la suspensión de pagos por parte de Rusia, de la que Stiglitz hace corresponsable al FMI, la nueva receta de éste fue la propuesta de un gigantesco préstamo para rescatar a esa economía, que debía ser afrontado por aquella institución, el BM y al Gobierno de Japón. A pesar de algunas oposiciones internas en el BM, y tras conceder parte del préstamo el mismo FMI, y por presiones políticas del gobierno de Clinton –introduciendo Stiglitz un elemento de rigurosidad política-, el BM procedió a conceder su parte, pero fraccionada; haciendo una entrega y condicionando el resto de los pagos a aquella política de reestructuración de la economía rusa. Como la misma nunca llegó, solamente se confirmaron las expectativas del BM respecto al fracaso del préstamo. Así, el único aspecto positivo de esta crisis de 1998 en la economía de Rusia ha sido una devolución, que el autor considera como inevitable.

Seguidamente, el autor detalla con mayor profundidad las transiciones fallidas; el incremento de la pobreza y la desigualdad; las políticas erróneas que hicieron fracasar la transición: la estabilización y la manera en que se privatizó; el contexto social de la transición; y las terapias de choque frente a soluciones gradualistas como las propuestas por Stiglitz. Aunque a lo largo de este capítulo se demuestra sobradamente la hipótesis, sobre la que se vuelve en el último apartado, nos sorprende que en el mismo, a la hora de acusar de vanguardismo a las actuales autoridades rusas, se utilice para compararlas, casos como la Revolución francesa de 1789, la Comuna de París de 1871 y la Revolución bolchevique de 1917; diciendo Stiglitz que, en todos estos casos, el fracaso del modelo económico impuesto se debió a que los pueblos se oponían a los mismos –afirmación ésta que está lejos de ser demostrada-. Consideramos que la misma es innecesaria para demostrar el éxito del gradualismo tras la Revolución norteamericana y la importancia de generar en Rusia una clase media.
Sí que resulta interesante, para finalizar, la forma en que el autor cuestiona, desde ese lugar, la apropiación descontextualizada del teorema de otro premio Nobel, Ronald H. Coase –“para alcanzar la eficiencia son esenciales unos derechos de propiedad bien definidos”- por parte de los defensores de las terapias de choque como Andrei Shleifer.

AFRICA: SAQUEO Y OLVIDO

Reseña de la ponencia de Artur Colom (Julio de 2004) “África en la globalización: dependencia, mutaciones y retos”, en África: camins per la pau; XIX edición, Universitat Internacional de la Pau, Sant Cugat del Vallès; Págs. 57-69.

En la introducción de este detallado trabajo, Artur Colom inserta la violencia política en “un marco social, político y económico” y, a partir de esta premisa, subraya que “los procesos y la estructura económica también pueden ofrecer explicaciones sobre los fenómenos de violencia política”; por lo que su punto de partida, lejos de pecar de economicista, interrelaciona el análisis económico con factores políticos, sociales y culturales a lo largo de todo el trabajo. Introduce –incluso- una perspectiva de historia económica de la que adolecen otros estudios.
Así se toma el trabajo de desarrollar el Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); aportando un Índice de Desarrollo Humano que, por un lado, incluye disparidades globales que no se miden únicamente sobre la base de los PIB nacionales o la distribución del ingreso –indicadores que no miden, por ejemplo, la accesibilidad universal a prestaciones públicas en salud, educación o medioambiente saludable, sustentable y sostenible-; y por el otro, se toma la molestia de abordar una fuente publicada por el PNUD el día previo a su presentación y que resulta perfectamente pertinente a la misma. El carácter riguroso de su análisis y la preocupación por interrelacionar la ciencia económica con otras disciplinas sociales sin producir compartimentos estancos entre todas éstas, permanecen a lo largo de toda la ponencia de Colom.
En esa introducción -“África en la globalización”-, el autor también acierta a la hora de relacionar la preocupante pobreza africana –según sus propios documentos, también preocupante para organismos como el Banco Mundial (BM) y el G-7-, con la exclusión de la globalización de ese Continente, en aspectos tan paradigmáticos para ésta como en el comercio internacional o las entradas de Inversiones Extranjeras Directas (IED).

Precisamente, el autor realiza una explicación de la importancia del comercio internacional en la historia económica de África, condicionada por la política a partir del colonialismo, en el primer capítulo de la ponencia. El segundo capítulo “Las tentativas de autocentramiento”, inserta las tentativas de producción para un mercado interno y del paraguas del Tercer Mundo, dirigida por los Estados nacionales y con una impronta de diversificación e industrialización de esa producción, en el contexto político del Tercer Mundo con la Conferencia afroasiática de Bandung en 1955 y el proyecto político de los no alineados, que “buscaban su lugar bajo el sol fuera del campo soviético y del campo capitalista occidental”. Pero lo hace denunciando la corresponsabilidad de aquellos gobiernos africanos en la situación de dependencia en la que se encontraban las economías de sus países. Y, precisamente, es a partir de ese correcto reconocimiento de la corresponsabilidad en la situación, lo lleva al autor a subrayar en la misma página que “Las numerosas contradicciones que se detectaban en esos proyectos, así como un entorno mundial desfavorable, dan al traste con ellos inaugurándose de la mano del FMI y del BM la era del ajuste estructural”.
Respecto a ese “entorno mundial desfavorable”, Colom dedica otro capítulo a “La crisis de los años 70”, referido al alza de precios del petróleo del año 1973; explicando la dependencia de las economías nacionales africanas respecto a este producto, con las excepciones de Gabón y Nigeria; y la forma en que los gobiernos africanos asumieron deudas para sanear las cuentas macroeconómicas, otorgados por bancos de las metrópolis que administraban las ganancias de los países de la OPEP y compañías petroleras que forzaron y se beneficiaron con aquellos incrementos del crudo. Lo que se echa de menos en este capítulo es una puntualización respecto a la distribución –consideramos que desigual, como en otros países productores de petróleo, en parte debido a la corrupción gubernamental-, de aquellos ingresos en Gabón y Nigeria; distribución del ingreso que se podría cuantificar comparando, por ejemplo, los índices de pobreza en esos mismos países africanos con la Evolución de la relación de intercambio en África (1970-1999), o el índice del PIB en Nigeria y Gabón. En el capítulo que Colom titula “Lagos vs. Berg”, el autor compara ambos proyectos.

Para terminar, los objetivos a cumplir por los países africanos más pobres –y los de otros países muy pobres y endeudados- tras la condonación de sus deudas externas (muy loables pero poco controlados en lo que hace a la participación ciudadana en la sociedad civil), continúan basándose en la aplicación de programas económicos considerados como “buenos” por el FMI, el BM o la OCDE: el credo fundamentalista neoliberal, tal como se indica por Artur Colom en el último capítulo referido a “Los retos de los años 90”. Y no queremos finalizar con la reseña de esta elaborada ponencia, sin destacar que la mayoría de los gráficos, realizados casi todos sobre otras fuentes pero con elaboración propia, permiten –enriqueciendo el análisis- establecer tendencias.

DESARROLLISMO EN AMÉRICA LATINA



Reseña del capítulo 1 de José Antonio Ocampo (2005) “Globalización y desarrollo”; Alonso, JA y Garcimartín, C. (eds.), Comercio y desigualdad internacional, Catarata, Madrid; Págs. 15-44.

El autor sintetiza en la introducción de su trabajo su diagnóstico sobre la globalización y su relación con el comercio internacional; formulando una hipótesis (que compartimos): se puede construir un modelo alternativo de globalización al hegemónico y concentrado modelo neoliberal.
Aunque en epígrafe “Estrategias nacionales frente a la globalización” ofrece una serie de alternativas, éstas, por motivos que más adelante detallaremos, no terminan de confirmar aquella hipótesis –que nosotros/as compartimos-. Y creemos que esto se debe a un error lógico de la investigación de Ocampo: por un lado –correctamente- cuestiona el carácter universalista de las recetas neoliberales que se aplican en los ajustes estructurales de las economías en desarrollo; y por el otro, tanto su diagnóstico como sus estrategias alternativas –sobre todo, el primero-, tampoco tienen en cuenta, amén de los enunciados, la complejidad de las estructuras sociales, políticas y económicas de los distintos países estudiados. Y decimos “estructuras sociales, políticas y económicas”, ya que, al menos, Ocampo propone una mayor relación entre estos tres campos disciplinares de la investigación social.
Consideramos que ese error lógico está causado por la utilización de un modelo analítico economicista y euro céntrico: el estructuralismo de la CEPAL. El mismo -hegemónico para estudiar las asimetrías en el desarrollo de los países del Continente Americano en los ’50-, ha sido superado incluso por un gran número de economistas de aquella institución dependiente de la OEA desde los ’80.

Así, en el primer epígrafe, dedicado las “Disparidades históricas mundiales” –en el que se analizan los ciclos más constantes de divergencia entre Norte y Sur, e incluso al interior de los países industrializados-, Ocampo denomina al ciclo de aumento de desigualdades existente entre mediados del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial como “la primera fase de la globalización”. Al de mejora significativa en la distribución del ingreso que le siguió entre 1914 y 1950, como “período de retroceso del proceso de globalización”. De esta forma, por un lado, se cae en el error de confundir, como lo hacen otros economistas de la CEPAL que nos merecen todo nuestro respeto –Aldo Ferrer, por ejemplo- y otros intelectuales estructuralistas, dos modos de acumulación bien diferentes dentro del modo de producción capitalista: el imperialismo –basado en las teorías de las ventajas comparativas y de la división internacional del trabajo, de Ricardo-, y la globalización –fundamentada en el neoliberalismo como modelo económico hegemónico tras la crisis del keynesianismo luego de las subidas del precio del petróleo entre 1972 y 1973-. Pero incluso, algunos estructuralistas llegan a confundir el colonialismo con el imperialismo y la globalización, a pesar de ser el primero una forma de mercado internacional propio de modos de producción precapitalistas.
Por el otro, tanto en esos ciclos como a la hora de describir otras realidades económicas nacionales o regionales –y probablemente, en el contexto del análisis estructuralista, por atender tanto los ciclos del comercio exterior descuidando la responsabilidad de las oligarquías y los gobiernos nacionales en las disparidades-, el autor no tiene en cuenta las especificidades estructurales e institucionales en su diagnóstico.

Y es que, a la hora de trazar alternativas, Ocampo, desdiciéndose de su planteo de trazar estrategias que no sean universales como las neoliberales, dice que “es útil pensar que se trata de un sistema en que las oportunidades están distribuidas en forma dispareja entre el centro de la economía mundial y su periferia”. De esta forma, su análisis se reduce al estructuralismo del Raúl Prebisch de 1950 –qué duda cave, alternativo en su día-, pero que se basa en las “ventajas comparativas” y la “división internacional del trabajo” –como vimos, propios de las teorías de Ricardo-, para sostener la necesidad de nivelar las oportunidades de industrialización entre centro y periferia, y especializar luego las manufacturas en ésta al mercado interno.
Esto ocurre también con la transformación del modelo de acumulación capitalista basado en el desarrollo de la I+D+i, su aplicación mediante el desarrollo de las TIC, y la exportación de las mismas, que son alternativas hoy en auge en países como Brasil, Sudáfrica, India, China, Chile o la Argentina, y desconocidas por el autor. Por el contrario, en el punto dedicado a un “Mejor orden global”, cuando aborda “Tres objetivos esenciales de la cooperación internacional” -y sobre todo en el último: “Superar gradualmente las asimetrías que caracterizan al sistema económico mundial”-, el autor redunda en recetas alternativas de tipo universal.
En el epígrafe destinado a las “Frustraciones latinoamericanas recientes”, se realiza un diagnóstico correcto de las mismas. Sin embargo, el gran déficit analítico del capítulo de Ocampo destinado a la “globalización y desarrollo” es excluir el fenómeno de la deuda externa y su incidencia en los ajustes estructurales y los problemas de financiamiento de políticas sociales.

Cuando en su último epígrafe el autor desarrolla “Estrategias nacionales frente a la globalización”, insistiendo en que “En ninguno de estos campos existen modelos de validez universal”; y luego de centrarse en “Una visión amplia de la estabilidad macroeconómica y el papel de las políticas anticíclicas”; en que “Las políticas macroeconómicas no son suficientes: el papel de las estrategias de desarrollo productivo”; y en “Mejorar los encadenamientos sociales”; y al abordar la necesidad de “Lograr un equilibrio adecuado entre los intereses públicos y privados”, se dice que no se busca “interferir en el funcionamiento del mercado” –como si tal cosa fuera un pecado-, obviando la función –incluso reconocida por uno de los padres del liberalismo como Locke- que tiene el Estado de regular al mercado disciplinándolo. Ver: EL ESTADO BUROCRÁTICO AUTORITARIO. Triunfos, derrotas y crisis, (O’DONNELL, G.), Editorial de Belgrano, Buenos Aires, 1982-1996, 499 pp).
Incluso en situaciones como las vividas actualmente en la Argentina, con un crecimiento del PIB sostenido y estructural que le ha permitido salir de la crisis endémica a la que le había llevado las recetas neoliberales; recetas que ya no necesita aplicar al haber utilizado una parte importante de su tesorería pública en saldar su deuda externa (o al menos el capital de la misma); y usando otra parte importante de esos ingresos del Estado –importantes por aquel crecimiento que sigue basado en la AGROEXPORTACIÓN en el contexto de un ciclo favorable por el alza de esos precios- en contener la inflación (comprando dólares estadounidenses todas las semanas), o en modernizar algunas infraestructuras básicas como la de los transportes; resulta bastante frívolo (por ser educados) pensar en trenes de alta velocidad toda vez que las prestaciones sociales al desempleo son tan bajas, o la alta burguesía continúa comporta de forma nada schumpetteriana como en el caso paradigmático de la industria automovilística –tan diferente a su vecina brasileña-, con el mismo menosprecio hacia los consumidores que tenía antes de la paridad neoliberal peso-dólar. Ver, por ejemplo: “El tango del auto viejo” (REBOSSIO, A.), en “Motor”, Pág. 12, El País, 06/09/08.

Pensamos que la política –incluida, obviamente, la económica- debe tener un papel preponderante frente al mercado; y a la sociedad civil donde éste radica. Por eso, creemos que autores como Ocampo debieran tener, por un lado, más cuidado a la hora de valorar más los espacios públicos de la sociedad civil, sin molestarse en definir características democráticas para los mismos, como la transparencia o la democracia de sus estructuras de funcionamiento; ya que a esta altura se cuenta con suficiente experiencia en participación política no formal en los mismos como para plantear el tema. Y por otro lado, en función de ese rol que debe jugar el Estado ¿qué tienen de malo los espacios públicos estatales en aquel equilibrio? Algunos casos en todo el mundo demuestran a lo largo de la historia del capitalismo que, tanto ese equilibrio como aquella disciplina sobre el mercado desde el Estado, son posibles y positivos para la convergencia entre globalización y una mayor igualdad en los ingresos.

OIT: economía y globalización neoliberal

Reseña del artículo de la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización (2004) “Globalización: naturaleza e impacto”, en Por una globalización justa: crear oportunidades para todos, Nº II.2; OIT, Ginebra; 54 pp.

Debemos introducir esta reseña diciendo que nos encontramos ante un trabajo interdisciplinar con aportes de la sociología, la antropología, la historia y/o la ciencia política, etc. Sin embargo, algunos capítulos conforman compartimentos estancos y desde el comienzo están formulados por una Comisión que, al parecer entender la economía como una ciencia exacta y -por eso mismo- objetiva, aparentan exhibir una supuesta neutralidad. En éstos –“El contexto institucional” y “Los efectos de la globalización”-, por ejemplo, no se llega a ninguna conclusión definitiva respecto a la afirmación formulada en el sentido de que “muchos sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, así como algunos analistas políticos y gobiernos de países en desarrollo, mantienen que las instituciones financieras internacionales han impuesto una condicionalidad excesiva a los países en desarrollo.” Cuando se afirma que “En su opinión, esta política ha resultado perjudicial tanto por reducirles en las limitaciones de una política neoliberal inadecuada como por imponerles grandes costos sociales” (reasaltado nuestro), esa afirmación queda limitada a una mera “opinión” (y, como tal, menos científica que una investigación).
Como veremos más adelante, esas dos consecuencias - reducirles (a los países en desarrollo y en transición) a las limitaciones de una política neoliberal inadecuada; e imponerles grandes costos sociales–, denunciadas claramente por gobiernos de países en desarrollo, muchos sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, basados en investigaciones de analistas políticos y de otras ciencias sociales de gran prestigio académico; así como la denuncia respecto a la exclusión de gran parte del Continente Africano y sus poblaciones; forman parte de una política neoconservadora plasmada con claridad en el denominado “Consenso de Washington”.

Pasando ya a un análisis más detallado del estudio, acierta la Comisión al subrayar que “Los mercados emergentes son los principales beneficiados del crecimiento de las inversiones Norte-Sur”, ya que fueron esos mercados y no los/as ciudadanos/as los beneficiarios del cambio producido a principios de los ’80, cuando la Escuela de Chicago comenzó a imponer sus tesis, no solamente en las economías endeudadas –controladas desde la quiebra del sistema de Bretton Woods, fundamentalmente a partir de las dictaduras militares en el Cono Sur latinoamericano-, sino también en los países industrializados; tal como se explica más adelante. Se sostiene también que “Los préstamos a través del mercado internacional de obligaciones también aumentaron en el decenio de 1990, tras la globalización financiera” (resaltado nuestro); pero los investigadores no se cuestionan, en todo el informe, quiénes contrajeron esas obligaciones ni cuántas generaciones de países del Sur deberán afrontar los pagos de esa deuda, en un perverso sistema que funciona como el Plan Marschall, solamente que a la inversa –ya que el Sur financia al Norte y a las oligarquías sureñas (afirmación ésta sobre la que luego nos detendremos más-.

Ya entrando en el análisis de la “Tecnología”, también acierta la Comisión al señalar que será necesario “hacer hincapié en educación, capacitación y difusión de conocimientos”; temas sobre los que vuelve en el capítulo referido a “Los efectos de la globalización”, cuando se subraya que “La inversión en materia de educación resulta claramente inadecuada”. Pero, a nuestro entender, esa afirmación no logra abarcar la totalidad del problema. Por un lado, si bien es correcta, cuando estamos hablando de analfabetismo –tema sobre el que el informe no se explaya lo suficiente, al no definir el analfabetismo escolar del funcional, ni la relación entre ambos con las TIC-, no se indica, respecto al crecimiento del gasto público educativo en América Latina y el Caribe, de qué forma se distribuye este gasto, en el marco de las políticas de “privatización, focalización y descentralización” de la administración pública de los países endeudados, establecidas por el FMI y el BM. Estas políticas, aunque así enunciadas no parecen permisivas, en su aplicación práctica pueden serlo. Y por el otro, aunque el tema comienza a ser enunciado, con políticas fiscales regresivas y reducción de los impuestos de sociedades en los países industrializados; con la imposición por parte del FMI y el BM a los países endeudados de la reducción de la presión fiscal directa; con la evasión de capitales por parte de una burguesía poco schumpetteriana, cada vez que un gobierno heterodoxo persigue la evasión fiscal; y con las obligaciones de la deuda externa antes señalada; no se comprende de qué forma estos gastos educativos y otros gastos públicos de tipo social pueden ser financiados. Quizás de esta forma se explique “la crisis financiera de finales de los noventa”, que se enuncia tangencialmente en el punto referido al “Empleo, desigualdad y pobreza”, surgida en México; con repercusiones en el Sudeste Asiático; influyendo, como correctamente se indica, en las tasas de desempleo de la región, al igual que en América Latina y el Caribe; la necesidad de un aumento del gasto público en lo social, y la crisis de financiación del mismo en la Argentina de los años ’90. Todo esto ha desembocado –en el contexto de una ficticia paridad cambiaria establecida en este país y la imposibilidad legal de devaluar el peso argentino-, en el “corralito” y la luctuosa crisis social y política de finales del año 2001, sobre la que el estudio de la Comisión no realiza ninguna mención.
Se echan de menos datos sobre el incremento de los flujos financieros por las vías electrónicas y su incidencia en la economía real, así como de la influencia de las TIC en el mercado laboral, analizados en el primer capítulo. Ya en el capítulo referido al “contexto institucional”; “El sistema de comercio multilateral” y los “Sistemas de producción global”; donde “Surgieron los sistemas globales de producción, con las EMN como protagonistas”, las mismas empresas multinacionales (EMN) aparecen beneficiando el crecimiento del empleo y las auto-empresas, sin destacar los costos sociales de la flexibilidad laboral en la producción manufacturera que requiere de altas tecnologías, o de mano de obra intensiva en el sector de textiles, vestido y calzado (maquliación). Por el contrario, esas EMN, dueñas de las patentes; los avances en TIC aplicadas; los controles y las marcas; aparecen como las que aportan un “Sistema de producción global ‘justo a tiempo’” (resaltado nuestro), Hay que leer con más detenimiento que “justo a tiempo” es el sistema de producción con maquiladoras, donde el costo social del mismo es tan elevado –costo que el informe no destaca-.
También resulta ambiguo subrayar que “La globalización puede entrañar costos sociales muy elevados” (resaltado nuestro), como si esos costos fueran ajenos al modelo neoliberal de globalización; o sostener que “sorprende que el crecimiento del PIB haya sido más lento desde 1990” (nuevamente, resaltado nuestro), cundo se adolece de los datos sobre la incidencia real en la economía de los países en vías de desarrollo -y del mercado laboral en los mismos- de los incrementos de los flujos financieros a través de las TIC, y decimos esto ya que podemos sospechar que estas IED no han creado empleos –más allá de precarizar el mercado laboral- y, como se sostiene en el punto 163, permitir que los organismos financieros privados –propietarios de estos capitales golondrinas, como son llamados en los países endeudados y en vías de desarrollo-, logren influenciar en la política económica de los mismos, incluso más que sus propias sociedades civiles en el contexto del neocorporativismo.
Pero cuando se sostiene que algunos países como México y Chile han escapado del enorme aumento de las desigualdades entre el Norte y el Sur, no se mencionan los casos de países que han buscado alternativas al modelo neoliberal de globalización, como China, India, Brasil o Sudáfrica; sino el de aquellos que han acatado –como ye hemos visto respecto a la crisis financiera de finales de los ´90-, con resultados dispares, las políticas económicas emanadas del “Consenso de Washington”.
Respecto a los dos primeros, China e India, el informe considera que la disminución de la pobreza en los mismos se debe a “cambios acontecidos en sólo dos grandes países”, y no de estrategias nacionales –y cada vez más regionales- alternativas al modelo hegemónico de globalización. Tampoco se indican qué otros cinco países integran el bloque de países en desarrollo con una desigualdad cada vez menor; pudiendo tratarse de otros que han optado por estrategias heterodoxas frente a la globalización, como el caso de Sudáfrica o Brasil. Lo que si sabemos es que la economía china escala posiciones día a día entre las más importantes del mundo; que, según los expertos, con la de la India, Brasil y Sudáfrica serán –de mantenerse las tendencias- la mitad de la economía mundial para el año 2020; que la economía china ha crecido como ninguna otra en TIC, convirtiendo la industria que la aplica en la primera del mundo; y que el mismo presidente de los Estados Unidos ha tenido que dar una respuesta “intervencionista” (incremento del gasto público en educación en I+D) a esta realidad de TIC en la República Popular China y la India.

Se subraya también que “Han resultado perjudicados los trabajadores pobres, analfabetos y sin calificaciones, así como los pueblos indígenas”, pero los mismos no son cuantificados, y luego resulta sorprendente para los analistas los procesos políticos en países como Bolivia, Venezuela, Perú, México o Marruecos, con particularidades muy disímiles. Porque es cierto que -como también se sostiene en este informe de la OIT-, “todavía está por verse hasta qué punto podemos culpar…” del incremento de la desigualdad solamente “a la globalización”, interviniendo para ello políticas económicas aplicadas, en un gran número de países, por gobiernos legitimados electoralmente y oligarquías nacionales que se han beneficiado también de las políticas económicas neoliberales; pero la diferencia entre el crecimiento de unos países y otros es significativa, como ya se ha apuntado. Por eso, nuevamente, creemos que la Comisión debiera ser más cauta a la hora de generalizar cuando también subraya que “Con la interconexión global, se es más consciente de las disparidades globales…ha mejorado la calidad de la democracia…y se ha forjado un sentimiento más fuerte de comunidad global”; ya que algunos sucesos acaecidos en países en vías de desarrollo pueden desmentir la afirmación. Y qué decir de Guantánamo y la calidad de la democracia estadounidense, sospechada de fraudes electorales y con tasas muy alarmantes de abstención electoral.

jueves, 4 de septiembre de 2008

ECONOMÍA ESPAÑOLA E INTERNACIONAL 3

POLÍTICA Y ECONOMÍA EN EL MUNDO DE LA GLOBALIZACIÓN NEO-LIBERAL.
¿ES AHORA LA DERECHA MÁS PROGRESISTA QUE LAS IZQUIERDAS?:


Un poco de memoria histórica:
Es menester recordar –apoyándonos en las Tesis de Waldo Ansaldi (Universidad de Princeton, EE UU)-, que fue la derecha más conservadora y filo-reaccionaria del Canciller Otto Von Bismark, la que impulsara –con el sistema de las pensiones- una Seguridad Social homologable en casi todo al Estado de Bienestar; retomado luego por distintos gobiernos de diferentes signos políticos en el Globo para atender las necesidades sociales de los más desposeídos. Las recetas económicas de Lord inglés Keynes; aplicadas primero en la URSS de Stalin, los Estados Unidos tras el Crack de 1929; y la socialdemocracia europea, fundamentalmente la nórdica y la eslava, fundieron éstas con aquel Estado de Bienestar.

Este recordatorio, nos sirve para situar –nuevamente con el Profesor Ansaldi- las categorías analíticas en su lugar conceptual e histórico: los diagnósticos de los economistas pueden ser similares aunque pertenezcan a ideologías diferentes e incluso contrapuestas; las políticas económicas sueles ser distintas ya que nacen de referencias de pensamiento conceptual muy diversos; y las políticas -que superaron a finales del Siglo XIX la caridad de las religiones- suelen ser prácticamente idénticas en el marco del Estado del bienestar, con la lamentable excepción de los que son más papistas que el Papa y más neo-liberales que Milton Friedman (fundamentalmente en los países endeudados de África, México y el Cono Sur Latinoamericano).

Sin embargo, tras acordar en el campo académico hasta los economistas más conservadores en la denominada Teoría de los ciclos Económicos con la necesidad de ajustar las recetas del Banco Mundial (BM, que creara la ONU tras su fundación guiada por Keynes), ahora la fase neo-liberal de la Globalización (impulsada por la misma banca internacional del BM y el Fondo Monetario Internacional, que concentran el capital en este modo de acumulación capitalista con las multinacionales de los seguros y los fletes; los productores petroleros, los alimentos y las TICs; las finanzas internacionales), nos muestra una realidad nueva que debemos detenernos a analizar para buscar soluciones a esta crisis.

ECONOMÍA ESPAÑOLA E INTERNACIONAL 2

¿Es ahora la derecha más progresista que las izquierdas?:

La lógica de la Ciencia Política indica que en esta pregunta se esconde una paradoja con cierta ironía. Y sin embargo estamos obligados a formularla en función de la experiencia que vivimos tras la crisis financiera en EE UU y algunas economías europeas –fundamentalmente motivada por las denominadas hipotecas de alto riesgo-, que cuando se suma a un ciclo inflacionista en alza hasta julio del 2008 provocado por los precios internacionales de los combustibles y los alimentos –que llegaron incluso a aumentar la inaceptable hambruna que padecen algunos pueblos de países infra-desarrollados-, y que analizamos desde la concepción eurocéntrica de siempre como si nuestros pobres (denominados “mileustistas”) –que gozan de la protección de aquellas políticas sociales del Estado de Bienestar- pasaran más penalidades que aquellos, lo que debiera avergonzarnos profundamente como seres humanos.
Y la pregunta está motivada por las respuestas de la Reserva Federal de los EE UU a esta crisis global: NUNCA NADIE SE ARRIESGÓ TANTO AL APLICAR POLÍTICAS ECONÓMICAS NEOKEYNESIANAS COMO LO HACE EL GOBIERNO NEO-CONSERVADOR DE J. W. BUSCH. Estas políticas de signo keynesiano y anticíclicas solamente se ven acompañadas por las propuestas de Gordon Brown en el Reino Unido, el proteccionismo propuesto por la Presidencia francesa de la UE de Sarkosy y por las potencias extranjeras en vías de explosionar económica y demográficamente: China, Sudáfrica, la India, Pakistán y un heterogéneo MERCOSUR liderado por Brasil, Venezuela, Chile y la Argentina.
Sin embargo -quizás por un temor exagerado a incrementar el ciclo inflacionario- el Banco Central Europeo y su presidencia liberal-socialista se han ocupado de aumentar nuestros tipos de interés con los consiguientes problemas para el consumo de los sectores más populares e hipotecados y en contra de la posibilidad de equilibrar los Balances Comerciales aumentando la exportación –siendo las economías europeas dependientes de las importaciones-.

ECONOMÍA ESPAÑOLA E INTERNACIONAL 1

La hora de cambiar:
Por fin nos hemos enterado por los mass-media el día 2 de septiembre del 2008 las propuestas –hasta ese momento, estratégicamente escondidas- de la derecha española para salir de una crisis que ya habían diagnosticado catastróficamente (y que cada uno se haga cargo de sus responsabilidades frente a las inversiones extranjeras) de deflacionista –situación que desde el pasado agosto se comprobó más que exagerada con la reducción del IPC en un mes normalmente inflacionista-. Se trata de lo que todos sospechábamos pero ellos no se animaban a verbalizar: si pretenden reducir aún más la recaudación tributaria; si “dicen” que aplicarán una Ley de la Dependencia Ésta se inscribe en las políticas más vanguardistas del Estado del bienestar; que ellos votaron; pero que ahora boicotean en muchas e importantes Comunidades Autónomas que gobiernan -como Madrid, Valencia y Canarias. en coalición con CC; las dos primeras punteras también en inconstitucionalidad respecto a violar la Ley Orgánica de Educación con las objeciones poco educativas para la ciudadanía: http://www.p7ublico.es/148424/ayuda/solo/llega/tres/dependientes -; si también el PP dice que los planes de austeridad del Gobierno no alcanzan y protestan por un déficit fiscal mucho menor que el de las grandes potencias de la euro-zona (Francia o Alemania) y los EE UU; si dice que tampoco alcanzan los planes de infraestructuras y construcción de VPO, y los planes de desarrollo de las TICs adelantados en el tiempo por el Gobierno para palear la crisis; ¿qué nos podían proponer?:

Muchas de las Comunidades Autónomas donde los neo-con del PP ostentan el Gobierno pretenden aumentar su participación en la torta de la Financiación Autonómica que se está negociando –precisamente- sobre la base de las necesidades y consiguientes gastos sociales para los/as ciudadanos/as. El PP “moderado y razonable” de Don Mariano, “sube nuevamente al Monte” del Sr. Rajoy para impulsar una REDUCCIÓN DEL GASTO SOCIAL.

El Gobierno socialista debiera tomar nota, e impulsar las medidas ya aprobadas en el 37º Congreso Federal del PSOE: http://pablobpse-ee.blogspot.com/2008/07/poltca-econmica-toda-neoliberalismo.html. Por lo tanto y CONCLUYENDO, decimos:

1- Si el déficit fiscal ayuda a mantener las políticas internacionalmente más avanzadas; si no se acerca siquiera al de potencias como los EE UU y otras de la euro zona como Alemania y Francia –históricos motores de la UE-; si las políticas monetarias delegadas en la Constitución Española y en Maastrich al Banco Central Europeo se alejan del neo-keynesianismo; no es alarmante, toda vez que el Vicepresidente Económico Pedro Solbes es un ortodoxo en su vigilancia.
2- Los indicadores económicos de hoy, 4 de septiembre de 2008, nos demuestran el catastrofismo del “marianismo populista y neo-liberal” a la hora de exponer el diagnóstico de la situación crítica de la economía española: si continúa bajando el precio del barril de referencia (Brent); si esto se comienza a trasladar a la cesta de la compra reduciendo en una tendencia seria el IPC y la inflación interanual; si comienza a aumentar la confianza de los españoles en nuestra economía (http://www.publico.es/, 4 de septiembre de 2008, Pág. 28), lo que se podría trasladar al incremento del consumo de las familias; es probable que al PP no le salga bien su demagogia electoralista. Veremos las primeras encuestas post-vacacionales.
3- ES ACONSEJABLE QUE LAS IZQUIERDAS ESPAÑOLAS SE INCLINEN POR UNA POLÍTICA ECONÓMICA SOCIALDEMÓCRATA ADAPTADA AL ACTUAL MODELO DE ACUMULACIÓN CAPITALISTA PARA TRANSFORMAR LA GLOBALIZACIÓN, HACIÉNDOLA MÁS JUSTA Y HONRANDO LA TRADICIÓN INTERNACIONALISTA DE LA QUE DEBEN HACER GALA:

3.1. Debemos consolidar el Estado del bienestar para proteger a los/as ciudadanos/as más débiles mientras dure la crisis (trabajadores/as, parados/as, inmigrantes, indigentes);
3.2. El Gobierno debe impulsar –veremos si lo hace hoy en la Mesa del Diálogo Social- unos nuevos Pactos de la Moncloa adaptados a la realidad vigente. Si es menester, adaptando el concepto de la “Flexiseguridad” escandinava y aprobada por la OIT y la UE a esta realidad, pero no a costa de recetas neo-liberales;
3.3. Debemos sumar a los consensos que den origen a estos Pactos a todo el arco político y social que se quiera hacerlo como en la Transición. Si el PP –siguiendo la tradición de AP- no se quiere adherir, que por nosotros/as no quede. Y si la derecha nacionalista lo hace, que la otra izquierda -más o menos unida, más o menos verde, catalana, vasca y/o berdeak-, no se moleste, sino más bien por el contrario;
3.4. Hace bien el Gobierno en adelantar las inversiones para el Plan Nacional de Infraestructuras y la construcción de VPO: es lo que haría cualquier gobierno –y, como ya se ha indicado, no necesariamente de izquierdas-. Pero debemos tener en claro que ESTA VEZ SÍ HAY QUE APOSTAR POR UNA TRANSFORMACIÓN EN EL MODELO DE ACUMULACIÓN CAPITALISTA: PAULATINAMENTE (para no dejar a más trabajadores/as en el paro) Y CON FORMACIÓN PROFESIONAL SERIA a los efectos de reciclar aquellos que lo padezcan (ver los Planes Equal) SE DEBE APOSTAR DESDE EL GOBIERNO POR POLÍTICAS SERIAS Y CENTRADAS EN LA I + D + i Y LAS TICs;
3.5. El Gobierno debe seguir liderando las políticas de cooperación para el desarrollo aumentando su financiamiento para cumplir sus compromisos del 0,7% del PIB; focalizar esas ayudas en los países del África Subsahariana desde los que emigran más ciudadanos/as; tratar a éstos más como personas –con DD HH inalienables- que como trabajadores/as; fiscalizar la labor de gobiernos y ONGs que acceden a esos fondos para garantizar la transparencia en el sector público no estatal o estatal; seguir apostando por la Alianza de Civilizaciones en el marco de la ONU; e impulsar la resolución pacífica de los conflictos donde mueren –o podrían morir- los pobres y las democracias, y ganan las multinacionales que fabrican armas y las mafias que trafican con la vida y la muerte de las personas inocentes (Palestina, Oriente Próximo; Sahara-Marruecos, Turquía-Kurdistán-Chipre, Somalia-Eritrea-Etiopía, Chad, Líbano, Afganistán, Mauritania, Guatemala, Haití, Bolivia-Chile, Argentina-Uruguay, etc.);
3.6. Como no puede ser de otra forma, el PSOE debe apoyar a los partidos hermanos de la IS –sobre todo, en los países del Tercer Mundo-, y progresistas, para que EL PÉNDULO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS VUELVA A LA SOCIALDEMOCRACIA Y –si es posible- SE QUEDE EN ESE LUGAR. Y así podremos decir una vez más aquello de “Proletarios del Mundo…”.

miércoles, 23 de julio de 2008

POLÍTCA ECONÓMICA, TODA ... NEOLIBERALISMO, NADA

El Presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado hoy que el Gobierno “no va llevar adelante la receta de Rajoy de hacer una reducción drástica del gasto público”, porque “ya sabemos que los planes de choque siempre chocan contra los mismos: contra los trabajadores y los que menos tienen”.
Durante un acto en el Teatro de la Casa de Campo de Madrid para celebrar los primeros cien días de gobierno, Zapatero subrayó que “no es una conjetura decir que los planes de choque de la derecha siempre chocan contra los mas desfavorecidos, es simplemente un recuerdo, porque ya lo hicieron cuando gobernaban: hicieron decretazos y quisieron recortar las prestaciones y los derechos de los trabajadores.
Frente a esto, el Presidente del Gobierno ha reiterado que el Gobierno se compromete a “mantener las políticas y las prestaciones sociales, a cumplirlas ahora y para el futuro”, porque “nosotros queremos más país y más España”, dijo. “Austeridad sí, y la va a haber y fuerte, pero solidaridad también; austeridad y solidaridad con los trabajadores, los pensionistas y lo que menos cobran”, afirmó.
Reunión con Rajoy
Sobre la reunión que va a mantener mañana en Moncloa con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, Zapatero afirmó tener “la mejor predisposición” y ha afirmado que “espera que pueda tener un fruto positivo” y que pondrá todo de su parte para llegar a “acuerdos en la renovación de órganos institucionales pendientes; para que la lucha contra el terrorismo sea, como debió de ser siempre, desde la unidad, y, por supuesto, para escucharle y trasladarle mi visión de la economía y de las medidas que el Gobierno tiene en marcha y piensa poner en marcha en el futuro”.
Financiación autonómica
Durante su intervención, Zapatero se ha referido a la propuesta de reforma del nuevo modelo de financiación autonómica que ha hecho el Gobierno y que a su juicio, responde a un objetivo fundamental: “favorecer que todas las CCAA dispongan de más recursos para atender la educación y la sanidad”.
Así, afirmó que “afortunadamente, debatiremos sobre el modelo de financiación y cada uno defenderá sus intereses y trabajaremos y lograremos un gran acuerdo que dé respuesta a la necesidades de todos y de cada uno”. “Se hará bilateralmente y multilateralmente hasta llegar al acuerdo”, explicó.
Situación económica
Sobre la situación económica, Rodríguez Zapatero aseguró que el Ejecutivo “ha asumido la responsabilidad desde el principio de los 100 días de gobierno, porque desde el principio hemos tomado un número elevado de medidas económicas para contrarrestar los efectos de este frenazo del crecimiento y también ara preparar mejor a recuperación del crecimiento cuando el ciclo económico vuelva a normalidad”. Así, avanzó que “en total, el conjunto de medidas que ha adoptado hasta hora el Gobierno va a movilizar 60.000 millones de euros entre 2008 y 2012 y las medidas específicas de apoyo a las familias para procurar aliviar la reducción de su renta disponible se sitúan en los 10.000 millones de euros”.
El objetivo- dijo- de estas medidas coyunturales y de otras que va seguir poniendo en marcha el Ejecutivo es “intentar logara que cuanto antes la economía vuelva a crecer lo suficiente para recuperar el ritmo de creación de empleo”. “En estos 4 años hemos creado mucho empleo, y como sabemos qué política hacer, qué medidas tomar y tenemos la confianza en este país vamos a ser capaces de recuperar el crecimiento económico y la creación de empleo en España", destacó.
100 días Gobierno
Zapatero, que hizo un repaso de las actuaciones más importantes de su gobierno en estos tres últimos meses, afirmó que el objetivo del acto de hoy era explicarse ante los ciudadanos y “rendir cuentas” de los primeros 100 días de gobierno. En este sentido, recordó que “algunos no han esperado ni 100 días para empezar a ejercer la crítica” y “no han hecho otra cosa desde el primer día”.
“Lo aceptó democráticamente- dijo Zapatero-pero que, encima, nos reprochen que hagamos este acto, eso sí ya que me parece excesivo y sencillamente no lo aceptamos”, exclamó.22/07/08

martes, 15 de julio de 2008

BLOG DE PABLO "BOCHÍN" BOCCA









PABLO BOCCA EN EL PSE-EE





No me gusta utilizar las comparaciones organicistas pero, habiénose cerrado por motivos de distancia y sentimentales mi militancia en el Radicalismo, comienza esta nueva cargada con los valores que he mamado en un grupo de compañeros/as y amigos/as que siempre será mi referencia política y ética: La Bocha de la Franja. Esos ideales -la lucha por una sociedad más justa, más libre y más igualitaria-, me permiten darte la bienvenida a este espacio en la "aldea global" con la cabeza bien alta tras asumir muchos errores y apostar por un futuro mejor para todos/as.