jueves, 29 de abril de 2010

JUSTICIA

LA JUSTICIA Y EL ESTADO DE DERECHO:



Cuando algunos ciudadanos de izquierda nos manifestamos contra algunas sentencias del Tribunal Supremo o del Tribunal Constitucional, desde el Partido Popular tienen la desvergüenza de acusarnos de radicales y de atentar contra la democracia por faltar el respeto a uno de los pilares del Estado de Derecho como lo es la independencia del Poder Judicial.
No hacemos más que ejercer el derecho constitucional de la libre expresión y si alguno manifiesta sus querencias republicanas, debemos recordar sin equidistancias que el gobierno legítimo antes de la Guerra Civil era el republicano y que el franquismo nace de un golpe de Estado. La primer cuestión que llama la atención es que para el PP los radicales sean los republicanos y no los Falangistas o los miembros del sindicato vertical “Manos Limpias”; será porque comparten intereses y valores.

 
Pero quiero aclarar que, desde mi punto de vista, quienes más desprestigian al Poder Judicial son –con algunas de las sentencias y fallos que dictan- algunos de sus miembros cono el juez Luciano Varela o los miembros del Tribunal Constitucional que, tras más de tres años y medio de debate, aun no han reconocido la obvia constitucionalidad del Estatuto catalán en su integridad.
Cuando el juez Varela admite a trámite el recurso interpuesto por la defensa del juez Baltasar Garzón, está admitiendo implícitamente que ha realizado una asesoría jurídica a la Falange (a la que lo le ha quedado más remedio que expulsar de la acusación si no quería quedar más unido a su ideología) y a Manos Limpias (al punto que ésta se ha permitido plagiarle en uno de sus escritos) ¿y e esto no se lo denomina “prevaricación”?, ¿y esto no es atentar contra la imagen del Poder Judicial?
Y cuando algunos magistrados del Tribunal Constitucional adoptan sus posturas sobre la constitucionalidad del Estatut supuestamente sobre la base de la futura presidencia y dirección de ese alto Tribunal ¿tampoco lo están desprestigiando?

 
Es cierto que son los partidos políticos a través del Congreso los que están en deuda respecto a la renovación del Constitucional. No es menos cierto que es un Consejo General del Poder Judicial designado por ese Congreso y con la participación de esos partidos quien debe velar por la correcta actuación de todos los jueces incluidos los del Tribunal Supremo. También es cierto que los miembros de ambos Tribunales cuentan con una legitimidad de origen indiscutible desde el respeto al Estado de Derecho. Pero sería deseable que también se legitimaran en términos weberianos ante la sociedad civil, y afirmar esto no atenta en absoluto contra la democracia ni contra el Estado de Derecho.

miércoles, 31 de marzo de 2010

DIANAS 2

CUIDADO CON EL DEDO A LA HORA DE APUNTAR:

 

Lo primero que –estoy persuadido- debo hacer tras el primer comentario que recibiera a mi artículo anterior es realizar dos rectificaciones (una de forma y otra de fondo) y una aclaración. He cometido el error de publicar dos veces el comentario al mencionado artículo con lo que aparecen tres comentarios cuando, en realidad, el mismo solo ha merecido –de momento- el primer comentario anónimo y el segundo (el mío) aclarando algunos conceptos a mi interpelador/a. Por otro lado, es cierto que no toda confluencia de intereses constituye de por sí una alianza o frente; pero en este caso, siendo un grupo de partidos y corporaciones los que apuntan al Juez Baltasar Garzón con el dedo no veo la concepción conspirativa que el comentarista atribuye al primer artículo aquí publicado sobre la “diana”.

Esta idea se refuerza por el hecho de que esos partidos y corporaciones comparten valores e intereses: un nacionalismo bastante fundamentalista –algunos, como la Falange o la Conferencia Episcopal, propios del nacional-catolicismo españolista; otros como Segui y la banda terrorista de tipo etnicista radical; todos igualmente autoritario-; y la defensa de la propiedad privada (en algunos casos como el del PP o la CEOE de forma también fundamentalita) a los efectos de conservar sus intereses de clase, subvirtiendo el valor social que la Constitución de 1978 otorga a ese derecho. Ya podrá decir la emisora de los obispos que la religión católica comparte esa misma concepción en su doctrina social, pero bien sabemos quienes son los/as que comulgan de la mano de Mons. Camino o Mons. Rouco Varela. Y dirán desde la auto proclamada “izquierda abertzale” (un oximoron) que se enfrentan radicalmente al capitalismo, pero ya sabemos que Sabino Arana y sus seguidores de la mano de los jesuitas y los carlistas han sido quienes más se han empeñado desde el bizkainismo de aquel hasta el zazpirak bat en acallar los conflictos sociales para sustituirlos en Euskadi por la “cuestión nacional”.



Y aclaro, dicho todo esto, que me alegro que mi artículo generase el objetivo deseado: provocar a la reflexión y el debate para evitar las dianas fáciles sobre aquellas personas e instituciones que ponen sus vidas en peligro para defender el Estado Social de Derecho en este país. Ese era el objeto de las provocaciones que el artículo contenía de forma conciente.

Y ahora, otra “diana”: el viernes pasado, escuchando la tertulia de Concejales de Vitoria-Gasteiz en la Radio SER me pillé un buen cabreo cuando el Sr. Antzon Belakortu (EA) –con el que mantengo una correcta relación personal a pesar de nuestras obvias diferencias políticas- señalara con su dedo (cada vez más cercano a las dianas del Gara por la alianza entre su partido con el nacionalismo radical etnicista) a un vecino de esta ciudad, argumentando que pretendía crear una Asociación de Vecinos ligada al PSE-EE y paralela a la que patrimonializa su amiga la Sra. Pakita. Ya me sentí en una situación similar en uno de los barrios nuevos gasteiztarras al presidir Pasabidea, pero –que duda cabe- Zabalgana no se puede comparar con Abetxuko, un barrio-pueblo que se emplaza en otro pueblo grande que una mayoría de vecinas y vecinos intentamos convertir en una ciudad que merezca llamarse “Capital de Euskadi”. Desgraciadamente, mi enfado se vio confirmado y a los pocos días el vecino en cuestión fue señalado en los pasquines de las dianas en ese barrio.



Espero que Antzon –que en su día colaboró en gran medida desde su Grupo Municipal con nuestra Asociación- sea capaz de rectificar en las formas (pidiendo perdón al vecino en cuestión) y en el fondo (el trillado debate del tranvía en Abetxuko: los barrios nuevos pedimos que ahora venga hacia nosotros y se aleje del centro de aquel pueblo). Caso contrario, este Concejal abertzale se equiparará con el PP que fue quien me puso a mi en la diana.

viernes, 5 de marzo de 2010

CC.OO.

CONFLICTO Y CRISIS DEL MODO DE ACUMULACIÓN:

A mediados de esta semana, la CEOE se descolgaba del Diálogo Social -uno de los pilares de los Pactos Políticos y Sociales de Estado contra la crisis, pilares de la política socialista contra el modo de acumulación neo-liberal dentro de la globalización financiera- con una propuesta de contratos basura para las jóvenes y los jóvemes de España. Aunque les ha durado unas 30 horas para retirarlo, nos da una idea clara del pensamiento y la práctica política, social y económica de uno de los puntales -con la Conferencia Episcopal y su emisora de radio; otros medios como el ABC, La Razón y El Mundo; y algunos jueces que vienen del tardo-franquismo, y por eso mismo pretenden condenar a aquellos colegas suyos que persiguen la corrupción populista, las mafias del narcotráfico y la violación sistemática de los DD HH en España (tanto por el Terror de Estado como por el terrorismo de los fanáticos islamistas o etnicistas) y fuera del Estado, restituyendo así la dignidad a las víctimas de esos atropeyos- de la alianza hegemónica de clases y partidos en España. Ejemplo de esta alianza reaccionaria, populista y neo-conservadora-liberal es el temprano levantamiento del secreto respecto al sumario en relación a una causa tan compleja como las relaciones entre ETA, las FARC y el Gobierno venezolano, con pactos entre Felipe Gonzáles y Carlos Andrés Pérez tras el fracaso de las Negociaciones de Argel entre el Estado Español y la banda (cada vez menos idologozada y más mafiosa) del nacionalismo etnicista vascuence de por medio; todo ésto sumado a la violación de los DD HH por el Gobierno de Cuba, dando tribuna mediática y parlamentaria al PP y sus amigos guzanos contra el Gobierno socialista y uno de sus mejores Ministros: Miguel Ángel Moratinos. Otro ejemplo de la actuación de esta alianza es la forma de gobernar desde el "tamayaso" de la Presidente Aguirre en la Comunidad de Madrid -inmiuscuyéndose ahora en el debate catalán de la turromancia- demostrando más programa, corrupción y patrimonialización de la política que cualquier otro gobierno nacionalista o socialista en Euskadi, Andalucía, Catalunya o Glaicia.

Y freante a esta alianza -que, en lo político, une al PP, la Falange, el sindicato vertical Manos Limpias, UPyD y el Foro de Ermua, y la CEOE-, ¿cómo han actuado los partidos y sindicatos de izquierdas?

Algunos con la contundencia que se esperaba de ellos frente a los atropeyos y la corrupción de Díaz Ferrán, Espe y su "tropa" (que diría Mariano): ni Pepe Blanco (PSOE), ni Gaspar Llamazares (IU), ni los líderes del sindicalismo clasista e internacionalista (CC OO y UGT) guardaron silencio ante todas estas práxis muy poco schupitterianas de la patronal española; pero en algunos casos como los de Air Commet o el Grupo Marschans han reaccionado tarde y mal desde el expolio -con la complicidad de la SEPI- de Aerolíneas Argentinas.
Lo de las vacaciones de navidad pasadas no es nuevo: este empresariado en ocaciones se cree en el Siglo XV y pretende realizar colonialismo, cuando el RU y los EE UU ya han pasado por el imperialismo en alianza con las oligarquías del denominado Tercer Mundo (finales del Siglo XIX y Siglo XX) y ahora se dedican directamente a una oligarquía financiera global desde las nuevas tecnologías (aplicadas en estas páginas para denunciarlos desde una actitud militante por la vida y la paz) y que integran los Patricio Botín y los "amiguitos del alma" de Aznar desde la Dirección del BBVA.

Por todo esto, tras estas desordenadas reflaxiones sobre la agudización de los conflictos de clases, la necesidad imperiosa de Pactos como los de la Moncloa durante nuestra envidiada transición, y la fortaleza de la alinza hegemónica de clases y fuerzas políticas de la derecha y la alta burguesía, los partidos y los viejos y nuevos Movilientos Sociales debiéramos preguntarnos en pos de una alianza conta-hegemónica igualmente fuerte:

¿Habría plateado el Gobierno en minoría de la izquierda democrática su Proyecto de Reforma del Sistema de Pensiones y el atraso de las jubilaciones a los 67 años si en su día las CC OO y la UGT hubiesen denunciado con más fuerza a Díaz Ferrán? ¿Tendría hoy fuerza política suficiente la CEOE para largar globos zonda de tamaño peso contra la clase trabajadora si antes hubiera sido más debilitado mediáticamente por esos sindicatos?

No se trata solamente de preguntas contrafácticas sino de reflexiones para aprender de nuestros errores.

lunes, 1 de marzo de 2010

PSOE

BISMARK, KEYNES, LA CRISIS DE LA GLOBALIZACIÓN NEO-LIBERAL Y LA SOCIALDEMOCRACIA EN ESPAÑA:

En otro artículo ya señalábamos cuando nos referíamos a las propuestas económicas del actual Lehendakari Patxi López, que la izquierda democrática debiera prestar atención a algunos indicadores económicos que les suelen ser ajenos al FMI y al Banco Mundial. Hoy, por ejemplo, nos podríamos referir al "Misery Index", ideado por el economista estadounidense Arthur Okun -quien fuera consejero del presidente Lyndon Jhonson en la década de los 60- y que se obtiene de la suma del ratio del desempleo con el correspondiente a la inflación, traduciéndose el incremento de ambos indicadores macro-económicos en "costes económicos y sociales para un país". En ese sentido, España ha alcanzado el año pasado el índice de miseria del 19,63% desde el 15,31% del 2008, ya que, a pesar de la reducción de la tasa de inflación hasta el 0,8% frente al 1,4; el paro español se ha disparado en un año al 18,83% cuando era del 13,91% en el 2008 -año en que negábamos la crisis y soñábamos con el pleno empleo-. Podríamos extendernos comparando la miseria española con el índice de países como Letonia, Lituania, Irlanda, Marruecos, Colombia, México y la tan vapuleada economía griega (con índices de miseria inferiores al nuestro); o India (con un 22,29 %), Sudáfrica (29,5%), Egipto (23%) y Turquía (21,19%), superando en miseria a España; pero debiéramos en ese caso señalar que de estos cinco últimos países, únicamente el índice de miseria de India ha crecido más que el de España, mientas que Sudáfrica y Venezuela han logrado importantes reducciones en ese año.

Se nos puede cuestionar legítimamente que el caso español es muy diferente a algunos de esos países con los que acabamos de compararnos debido a la fortaleza de un Estado Democrático y Social de Derecho (o Estado de Bienestar) . Sin embargo, veremos luego que esta afirmación es la que -a pesar del reconocimiento y la protección por el Congreso español a instancias del Gobierno socialista de José Luís Rodríguez Zapatero de derechos de última generación como el de la dependencia en el contexto de ese Estado de Bienestar- está hoy cuestionada con la presentación por el mismo Gobierno de su Proyecto de reforma del sistema de pensiones y el retraso de la edad de jubilación, tan contestado por la izquierda y la totalidad del sindicalismo.

Pactos como los de la Moncloa:

Sin duda, al Gobierno socialista le sería más fácil adoptar medidas para salir de la crisis reforzando su economía mediante la transformación radical de su modelo de acumulación capitalista hacia una economía más sostenible, si contara con actores políticos que, junto con los sociales y los económicos que lo vienen reclamando e impulsando, se avinieran a un Pacto de Estado semejante a aquellos que se dieron en nuestra transición, referentes políticos en Madrid para Albert Ollés ("Vuelve la transición", El Periódico, 15-02-2010). "La difícil situación que vive el país a causa de la crisis" (…) ha llevado al Gobierno de Zapatero "a ser comparado con la última etapa de Adolfo Suárez. El pacto de Estado que algunos reclamaban, bebe sus fuentes en los Pactos de la Moncloa e incluso el Rey ha entrado en escena. El broche lo han puesto los sindicatos con la fecha" (…) de las primeras y más importantes manifestaciones "contra la reforma de las pensiones: 23-F".

Y como lo que queremos evitar es otro intento de golpe de Estado (en este caso, económico) como ya han sufrido otros presidentes progresistas como el argentino Raúl Ricardo Alfonsín (UCR) en 1988, la izquierda democrática política y social debe dejar clara su voluntad de pacto, independientemente de la mezquindad que caracteriza a la derecha populista del Partido Popular.

Estado de Bienestar y keynesianismo:

Como la socialdemocracia defiende tradicionalmente las políticas económicas keynesianas y la actual Vicepresidenta económica Elena Salgado se ha definido en artículos de prensa tanto de socialdemócrata como keynesiana, debemos realizar nuevamente algunas puntualizaciones -siempre de la mano del Catedrático Waldo Ansali y el Comité Provincial de Buenos Aires de la UCR-. El Estado de Bienestar nace a finales del Siglo XIX impulsado por el conservador Bismark en Alemania para minimizar los efectos políticos del SPD (Partido Social Demócrata); y justamente lo hace dando nacimiento a un sistema de pensiones que antepone el bienestar de un sector de la clase obrera (sus jubiladas y jubilados) sobre la caridad cristiana que se ocupaba de esas cuestiones hasta las luchas de clases.

Lord Keynes y otros economistas dieron nacimiento a sus políticas para frenar las consecuencias catastróficas de la primera crisis financiera mundial (el Crack de 1929) y -en otro ciclo de depresión- con la creación del Banco Mundial tras la Segunda Guerra Mundial; lo que viene a demostrar, por una lado, el carácter cíclico de las crisis de las finanzas como la actual y, por el otro, que las políticas keynesianas vienen a enfrentar esas crisis financieras -con gran eficacia- y que el Estado de Bienestar puede funcionar perfectamente (como de hecho ha sido durante los primeros 30 años del Siglo XX) sin keynesianismo.

Sin embargo -y en esto debemos ser claros y contundentes- no se conocen casos de keynesianismo en política económica sin Estado de Bienestar en políticas públicas. Y esto se debe a que, tradicionalmente, la socialdemocracia ha asumido la necesidad de compatibilizar ambas políticas.



Por todo esto, debemos decir claramente tras las masivas manifestaciones de la clase obrera por las calles españolas liderada por sus sindicatos de clase (CC OO y UGT), que nuestro Gobierno debe retirar su propuesta de reforma de las pensiones y retraso de la edad de las jubilaciones hasta los 67 años ya que se enfrentan claramente el espíritu del Pacto Social y de Estado necesarios para salir de esta crisis desde la izquierda democrática, y atacan las simientes del Estado de Bienestar y de la socialdemocracia.

miércoles, 3 de febrero de 2010

ELOY

TOMÁS
Compañeros

domingo, 24 de enero de 2010

PATXI


EUSKADI POLITIKADA:
Aquellos que intentamos realizar praxis política en este país partimos -desde nuestro último encuentro suspendido por los motivos ajenos a mi voluntad, que algún día explicaré más detenidamente- de novedades nada secundarias y que precisan de unas reflexiones. Estas nos permitirán no tener que redundar en los futuros encuentros que sostengamos en este espacio global.
Tras las últimas elecciones autonómicas el PNV obtuvo más votos en la suma de los tres errealdes, pero no los suficientes para impedirle a un PSE-EE con sus mejores resultados electorales de su historia, gobernar en solitario tras suscribir un pacto de legislatura con el PP. Ese pacto permitió la investidura como lehendakari de su Secretario General y candidato Patxi López Jn.
A finales del año pasad, la legitimidad de origen del Lehendakari López había sido cuestionada inicialmente en el debate de investidura por EA, Aralar y algunos sectores del PNV (los “michelines” ligados a Egibar y Arzalluz). Sin embargo un partido con una más que demostrada vocación de gobierno como es el nacionalista vasco, no ha podido mantener durante mucho tiempo ese cuestionamiento, ya que sería como cuando cuestionaba en la época del Lehendakari Ibarretxe la legitimidad del Estatuto de Gernika que -a su vez y paradójicamente- constituía el pacto social que legitimaba el origen democrático de su Gobierno.
Estando así las cosas, el PNV pactó en las Cortes de España la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2010 con el PSOE, y en Euskadi acordó con los y las socialistas un Pacto Presupuestario para todas las instituciones. La suma de estos pactos con el Pacto de Legislatura reseñado en el apartado anterior, concluyeron en hito en la historia política reciente de España y de Euskadi: ante una grave crisis económica que afecta a ambas naciones, partidos políticos de los ámbitos estatal y autonómicos, uno en el oficialismo (el PSOE / PSE-EE) y otros en la oposición -pero con la aspiración más que legítima (en un sistema político de democracia representativa como el que nos damos en estos países) de pasar a ser oficialismo de manera democrática- como son el PP y el PNV, acuerdan la mayor estabilidad presupuestaria jamás conocida desde 1978 y 1979 respectivamente.
El Gobierno socialista en Euskadi, su capital Vitoria-Gasteiz, y Donosti; y los gobiernos nacionalistas de las tres Diputaciones Forales y la mayor capital provincial (Bilbao) no tienen pues ninguna escusa para no ejecutar los programas de investidura que les permitieron acceder democráticamente al poder.
La ejecución de esos programas -todo hay que decirlo- está condicionada por factores externos -la UE y España en políticas de sus respectivas competencias y las dichosas competencias no-transferidas-, y externos -la absurda negativa del PNV a que una competencia estatutaria como es la política activa de empleo no sea transferida, mientras reclama (a su vez) la transferencia de aquellas que en su día no quiso o negoció no transferir en el Pacto de Madrid (política penitenciaria, por ejemplo)-. Deberá también el PSE-EE y su Lehendakari / Secretario General Patxi López ser contundente ante el Gobierno español para defender esa transferencia que nunca debió estar sujeta a una negociación presupuestaria. Pero todo este análisis y explicaciones deberán darlo los candidatos de los partidos cuando seamos convocados y convocadas a las urnas a partir del año próximo. Como viene siendo a lo largo de toda nuestra historia y como no podía ser de otra forma, el único partido político presente en todos estos pactos es el PSOE / PSE-EE.
Hasta principios de 2011, el PSE-EE y el PNV (el primero con la necesaria lealtad del PP) deben dedicarse a gobernar tras unos objetivos claros que explicitaron en los años 2007 y 2009; y ya de paso, el PSOE debiera hacer lo mismo a nivel estatal. Esa actitud y no otra es la que nos sacará más pronto que tarde de la crisis y permitirá transformar el modelo de acumulación capitalista actual -basado en el ladrillo- por una economía más sostenible basada en la I+D+i.
Este camino es el que debe recorrer la izquierda y el nacionalismo democráticos, vascos y español, para ser juzgados los próximos tres año en las en urnas.

lunes, 18 de enero de 2010

PERONISMO


ASOCIACIÓN ILÍCITA:

“Los argentinos no son buenos ni malos,
son peronistas”
J. D. P., 1974.

Al poco tiempo de comenzar mi militancia en al “sindicato estudiantil” Franja Morada y de estudiar sociología y teoría política, aprendí una cuestión fundamental que me inculcaron mis compañeros y docentes: si una persona milita en una agrupación que se dice socialista debe asumir su condición de clase. Y al día de hoy sigo convencido que la pertenencia de clase es uno de los problemas fundamentales de las izquierdas en argentina, ya que el populismo hace más entrismo en los partidos y militantes socialistas que estos –aun proponiéndoselo- han hecho nunca en el peronismo o el radicalismo. Esta es una larga historia que se remonta al surgimiento del trade-unionismo argentino y puede rastrearse desde el primer gobierno peronista a nuestros días con el gobierno “K”. La cuestión teórica de la pertenencia de clase -sobre la que volveremos al concluir- creo está explicitada en el Manifiesto de Marx y Engels, tiene su primer desarrollo por Lenin, y es bellamente debatida entre éste y Rosa de Luxemburgo, Trotsky y Antonio Gramsci, a pesar de que su desarrollo más conocido en la izquierda sea el de Louis Althusser.
Y sostengo que la cuestión clasista y la definición de nuestra pertenencia es crucial –tanto en la sociedad argentina como en la “aldea global”-, ya que malamente podremos militar en agrupaciones y/o partidos de izquierda sin asumir nuestra situación. Por ejemplo, en la mayoría de sociedades latinoamericanas –con la excepción actual de la brasileña y el caso de Lula (P. T.)- los partidos socialdemócratas y los Frentes que hegemonizan (como el F. A. en Uruguay o la Concertación chilena) se encuentran integrados y dirigidos principalmente por militantes pequeño burgueses/as con aspiraciones de intelectuales. Estas direcciones han pretendido –y en algunos casos como el P. D. R. mexicano, el P. S. chileno, el santafesino en la Argentina o el socialismo unificado de ese país en los sindicatos de litógrafos, siguen pretendiendo con éxito dispar (como acabamos de ver en Brasil)- realizar una tarea de captación de sindicalistas provenientes de la clase obrera para incrementar sus bases proletarias. Pero la mayoría de las veces nos han inculcado un obrerismo vanguardista que poco se ha correspondido con la realidad del comunismo o el trotskysmo latinoamericano.
En si misma la situación deja de ser crítica si coincidimos con Haya de la Torre en su debate con Mariátegui y Lenin -José “Pepe” Aricó (sirvan estas líneas de homenaje a este intelectual argentino y a Pasado y Presente y el Club de Cultura Socialista)- respecto a que, en América Latina el imperialismo no es el último sino el primer estadio del imperialismo, ya que de esta forma la pequeña y mediana burguesía urbana y rural podrían hegemonizar el bloque de clases contra-hegemónico que integraría –como resulta obvio- también la clase obrera (principal beneficiaria de esta concepción vanguardista pero realista de la formación de la sociedad civil latinoamericana). Así, el APRA, la UCR, el ballismo, el Frente Popular chileno y el primer PRI mexicano y sandinismo nicaragüense serían expresiones de este accionar revolucionario y democrático en el sub-continente.

Pero el título del artículo se lo debo a un gran amigo cordobés que –ante el debate historicista entre las distintas posturas que se han asumido frente al peronismo (populismo, cesarismo, bonapartismo)-, lo define desde una categoría penal y no política o sociológica: “el peronismo es una asociación ilícita”. La radicalidad de la categorización podría ofender a mis muchos y buenos amigos peronistas y me incluiría en la categoría recurrente del “gorila”; sin embargo, conste que, al respecto, me defino a mi mismo como un “gorila científico” y no viseral. Obviamente, se puede ser peronista y honesto, radical y corrupto, y –sobre todo- neoliberal y pro militar y ladrón (perdón por las provocaciones).

Al poco tiempo de conocer la Argentina, un viejo militante vasco de izquierda me decía que el principal problema de nuestro país es el peronismo, diagnóstico que podría (y utilizo el potencial por respeto intelectual a quien admiro) coincidir con el diagnóstico de don Raúl Ricardo Alfonsín cuando decía que la crisis fundamental de nuestra sociedad no es la económica ni la política sino la ética y la cultural: la adolescencia de la cultura democrática.

Pero seamos honestos a los efectos de auto-flagelarnos un poco menos: ¿podría haber sido distinta la historia política argentina a partir de su mito fundamental, el 17 de Octubre de 1945? Difícilmente, ya que los sindicatos y partidos de izquierdas -desde una posición más o menos vanguardista- siempre han pretendido (y pretenden) representar a la clase obrera que, en Argentina, se ha identificado con el peronismo desde el rescate de Cipriano Reyes, Evita y la masa proletaria de la cárcel de Martín García en el Río de la Plata, como explican con brillantez Rouquié y Murmis y Portantiero en Pasado y Presente (homenaje 2, en este caso a Juan Carlos, de quien me considero deudor directo). Esta es la contradicción que afecta a toda las izquierdas argentinas desde aquel mito y que continúa generando manifiestos y adhesiones de viejos trotskistas a un gobierno que, teniendo el poder real necesario para hacerlo tras largas décadas, ha sido incapaz de resolver la contradicción fundamental de la sociedad argentina: la tenencia de la tierra. ¿O acaso unas retenciones agropecuarias son ahora un impuesto progresivo cuando luego se devuelven? Alfonsín fue injustamente vilipendiado por la Federación Agraria en 1988 cuando implementó un sistema de retenciones a las exportaciones de cereales, y esa misma Federación se sumó -ya en 1985- al bloque hegemónico de la Sociedad Rural cuando Bernardo Grimspun, Antonio Vázquez (Presidente del Banco Central Argentino de los gobiernos de Arturo H. Illa y de Alfonsín) y A. Ferrer se animaron a proponer al Congreso un impuesto a la tierra libre de mejoras –“el” verdadero impuesto progresivo en la Argentina-. Y es que la tenencia de la tierra es el fundamento del modelo de acumulación agro-exportador, característico de la oligarquía terrateniente desde el Siglo XIX y que continúa azotando al pueblo y a la democracia argentinos a pesar de que –en pleno Siglo XXI- esa oligarquía virase hacia una acumulación financiera (causante de la crisis del modelo acumulador a escala global) desde finales de la dictadura militar, tal como explicara el mismo Alfonsín en La Voz del Interior en 1979.

Concluyendo con estos desordenados apuntes que he tomado de memoria (y me disculpo por los errores que pude haber cometido al citar nombres y fechas ya que mi neurona está a punto de cumplir los 45), sostengo que si la mayoría de los militantes de izquierda no nos asumimos como intelectuales pequeño burgueses; si no denunciamos la violación de las leyes de un Estado pactado que –históricamente- han producido y producen de forma sistemática los gobiernos peronistas (más o menos “M.”, más o menos “K.”); si no somos capaces de sostener con la frente bien alta la vigencia de la misma contradicción fundamental de 1968 en Setúbal; difícilmente podremos aportar a la superación -desde la socialdemocracia y el liberalismo político- del modelo de acumulación que genera la actual crisis del capitalismo global, y difícilmente podamos encabezar un bloque político y económico que se proponga revertir en las próximas elecciones presidenciales tantas décadas de ignominia nacidas en 1930 y profundizada en 1945. En esto último es notable la forma en que el populismo se ha hecho carne desde el “changui-caserismo” hasta los que, desde el Partido Socialista, negocian leyes nefastas con Cristina y Néstor K.

La historia juzgará a la “Generación 83” por lo que aportemos o dejemos de aportar en este mismo momento de globalización en el sentido indicado. Yo espero haber aportado mis pocos conocimientos desde la distancia geográfica y la pertenencia nacional e intelectual. “Pequeño-burgueses de izquierdas del Mundo, uníos” (respecto a los homenajes citados, todas estas reflexiones y provocaciones son de mi entera autoría y ninguna debe achacarse a las personas aquí citadas).